No es resistente al frío extremo; soporta hasta 5°C y los cambios muy bruscos en la temperatura pueden matarlo. Requiere mucha humedad, pero si está en maceta, es importante que el sustrato drene bien el exceso de agua. La falta de humedad provocará que las puntas de las hojas se sequen. En invierno bastará un riego por semana o cada 10-12 días; en verano se recomienda regar 2 veces por semana. Es recomendable rociar agua tibia con un atomizador en su follaje 2 o 3 veces por semana.
Es importante abonar el arbusto cada año, en primavera y de nuevo en verano. Para hacerlo, puede diluirse un poco de fertilizante líquido en el agua para el riego. Es útil también que se utilice un paño húmedo para limpiar su follaje de vez en cuando.
Si desea trasplantar el arbusto, puede hacerse cada 2 o 3 años a una maceta mayor y es importante echar al fondo de esta una cantidad considerable de grava, trozos de cerámica o piedras para permitir que el agua se drene sin complicaciones. Paulatinamente, si se tiene un jardín, el arbusto puede trasplantarse al suelo, donde tendrá oportunidad de crecer hasta 6m o más.
Otros nombres para este arbusto son Tronco de Brasil, Palo de la felicidad, Drácena, Palo de agua, Árbol de la felicidad y Carey.
Una o dos veces en su vida, la Drácena florecerá con brotes blancos muy aromáticos. De ahí el nombre específico fragans. Cuando esto pase, es importante cortar las flores que vayan marchitándose, pues estas consumen mucha del agua contenida en el tronco y le restan vigor al arbusto completo.
La NASA demostró en estudios del Aire Limpio que la Dracanea Fragans contribuye a eliminar productos químicos de la atmósfera, como el formaldehído, el xileno y el tolueno.